En México festejamos el Día del Contador Público, haciendo remembranza a don Fernando Díez Barroso, nuestro preclaro maestro, primer contador público de nuestro país, quien en un día como hoy, 25 de mayo de 1907, obtuvo su título de Contador de Comercio.
A él y a un grupo de profesionistas, discípulos y seguidores suyos, que nos legaron la comprensión, el interés y el amor por nuestra profesión, les brindamos nuestro agradecimiento. Su legado perdura en nosotros: Pasión por la ética y la técnica contable, convencimiento de que la organización gremial existe para beneficio, ante todo, de la sociedad misma.
El trabajo y las bases dejadas por nuestro maestro crearon los fuertes cimientos de nuestro Instituto y de sus colegios federados.
Por el apego a la ética profesional, por la responsabilidad de capacitarse y actualizarse, por su profesionalismo, por su voluntad de servir a la sociedad, por amar y dignificar a la profesión.
Por su trabajo, por sus conocimientos, por su análisis, por su información, por su precisión, por su confianza, por sus consejos; porque las empresas, las industrias, las organizaciones no podrían funcionar como tales, sin los contadores públicos.